El precio de la pérdida. Del vacío. Cuando te das cuenta que estabas llenando un vacío con humo, se disipa el humo y sigue quedando vacío.
Si hubiera sido solo humo... en realidad sí, era únicamente humo, solo que no lo sabía hasta que se ha disipado. Humo.
Debería entrar más a leerme. Porque vengo aquí, lo vomito y luego me esfuerzo por olvidar, cuando la función de todo esto es recordar; recordarme como me equivoco, dónde cometo el error, aprender de ello e intentar sortear las piedras en las que voy tropezando día sí y día también.
Así que ya estoy otra vez en la dichosa casilla de salida. Voy a pasar unos cuantos turnos, que últimamente los dados no sé quién me los carga.
En fin. Libros y reflexión.
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