lunes, 7 de marzo de 2011

La vida con frases hechas

Es lo que me viene a la cabeza cuando escucho lo que pasa al otro lado de la puerta, mientras esperan.
Una vida pausada, parece. Yo tengo ese recuerdo, de cuando era pequeña. Y lo mismo me viene a la cabeza luz y flores de primavera que luz y nieve de invierno. Es curioso, me gusta la luz como constante aunque me he ido acostumbrando a la penumbra y la oscuridad del invierno y de la gente. No queda otra. No es sucumbir, es adaptación.
Aquí, no tan lejos de la civilización como pueda parecer, el tiempo tiene otra cadencia que es la misma y es distinta a la vez.
Vienen bien estas salidas. Le dan a la semana otra perspectiva. Esta semana me toca trabajar en la unidad móvil. Recorriendo la provincia, tan distintas sus gentes de una punta a la otra. Casi son una extrapolación del mundo... casi.
Pero aquí y ahora me siento cerca de estas mujeres. Algo hay por lo visto que me mantiene cerca y eso que yo pensaba que estaba a años luz. Igual es la vida que traza círculos...
De la que realmente estoy cerca es de mi misma. Por eso entiendo que quizá se pueda vivir con frases hechas. Con la única que necesito tener verdaderas conversaciones es conmigo. Por fin parece que me entiendo, no sé hasta cuando.
Hoy luce el sol, el paisaje es espléndido. Toca disfrutar.