viernes, 15 de julio de 2016

Si tú me olvidas

Pablo Neruda


QUIERO que sepas
una cosa.

Tú sabes cómo es esto:
si miro
la luna de cristal, la rama roja
del lento otoño en mi ventana,
si toco
junto al fuego
la impalpable ceniza
o el arrugado cuerpo de la leña,
todo me lleva a ti,
como si todo lo que existe,
aromas, luz, metales,
fueran pequeños barcos que navegan
hacia las islas tuyas que me aguardan.

Ahora bien,
si poco a poco dejas de quererme
dejaré de quererte poco a poco.

Si de pronto
me olvidas
no me busques,
que ya te habré olvidado.

Si consideras largo y loco
el viento de banderas
que pasa por mi vida
y te decides
a dejarme a la orilla
del corazón en que tengo raíces,
piensa
que en ese día,
a esa hora
levantaré los brazos
y saldrán mis raíces
a buscar otra tierra.

Pero
si cada día,
cada hora
sientes que a mí estás destinada
con dulzura implacable.
Si cada día sube
una flor a tus labios a buscarme,
ay amor mío, ay mía,
en mí todo ese fuego se repite,
en mí nada se apaga ni se olvida,
mi amor se nutre de tu amor, amada,
y mientras vivas estará en tus brazos
sin salir de los míos.


(De "Los versos del Capitán". 1952)



domingo, 3 de julio de 2016

Pagando el precio

El precio de la pérdida. Del vacío. Cuando te das cuenta que estabas llenando un vacío con humo, se disipa el humo y sigue quedando vacío.
Si hubiera sido solo humo... en realidad sí, era únicamente humo, solo que no lo sabía hasta que se ha disipado. Humo.

Debería entrar más a leerme. Porque vengo aquí, lo vomito y luego me esfuerzo por olvidar, cuando la función de todo esto es recordar; recordarme como me equivoco, dónde cometo el error, aprender de ello e intentar sortear las piedras en las que voy tropezando día sí y día también.

Así que ya estoy otra vez en la dichosa casilla de salida. Voy a pasar unos cuantos turnos, que últimamente los dados no sé quién me los carga.

En fin. Libros y reflexión.


A pastar

Mucho por pensar y mucho por reflexionar.
Pero, ¿de verdad merezco dos decepciones el mismo mes?
Puto karma... tan mala he sido en alguna otra vida?
Bla bla bla... te mereces más, eres la hostia, bla bla bla...

Una cosa sí tengo clara: que soy cojonuda.

Y otra cosa más: que les den.

Ahora bien, qué poquitas ganas de nada, eh...

Es que no salgo de mi asombro...

Y por lo visto la culpa de todo es mía. Y como no sé como hacer para evitarlo, pues tendré que no hacer. No se me ocurre nada más.