lunes, 14 de enero de 2013

Lunes invernal

No tengo ganas de escribir y, curiosamente, no se me ocurre nada mejor que hacer.
Hace un día completamente invernal. Con su ausencia de luz. Solo apetece recogerse dentro de una manta calentita, cerrar los ojos y dormir hasta que llegue la primavera.
Dichosos los osos y todos los que hibernan.

Un día tan solo son veinticuatro horas, que desfilan cada vez más veloces una detrás de la otra.
A falta de cueva habrá que ir llenándolas como se pueda. De momento con cuatro líneas.

El último verano.

miércoles, 2 de enero de 2013

Otro año más

Otro año más, pero diferente. Al menos el comienzo ha sido bueno, en lo personal. El resto del mundo sigue como sigue.

No sueño contigo, pero eres lo primero que pasa por mi cabeza en cuanto despierto.
Es mucho lo que estoy aprendiendo, asimilándolo incluso.
Temo, no obstante, que esto sea una transición. Para ti y para mi. En fin, disfrutaremos mientras tanto.
El avance así es más llevadero.
Leí en algún sitio que yendo solo se viaja más deprisa, pero acompañado se viaja más lejos.
Echando la vista atrás, habiendo aprendido como he aprendido de todos y cada uno, esto se presenta hasta mejor.
Hoy no siento más que satisfacción, alegría y mucha esperanza.
Mañana ya veremos.
Feliz 2013.
Os quiero.
También a él. Más cada día.